martes, 24 de mayo de 2011

Artículo sobre el claustro de profesores

Un claustro de profesores, por dentro

por Alicia el 17/09/2006



Cuando era adolescente y asistía al instituto, había algunos días en que se celebraba “un claustro”. Tampoco es que entendiéramos mucho qué era, pero sí que era una reunión de profesores y que no había clase. No todo el día, hasta ahí podíamos llegar, sino media mañana, o toda la tarde.

Hoy en día los claustros se hacen en horas no lectivas para no perjudicar el sagrado número de horas de educación que deben recibir nuestros ( por otro lado ansiosos de aprender ) alumnos.

Quiero empezar mis colaboraciones en Mangas Verdes con un post simpático: ¿Qué es lo que ocurre en esos claustros?

Pues bien, quizá lo que más sorprende cuando asistes al primero es que, por lo general, eso parece una merienda de negros. Dependiendo del centro y del buen rollo o mal rollo que exista puede transcurrir plácidamente o puede usarse como campo de batallas para rencillas personales. Es decir, que si recordáis de vuestra época de instituto aquellos rumores que había sobre que un profesor no se hablaba con otro o que en un claustro se habían llamado de todo, sí, eran ciertos.

Segundo tema: la Consejería nunca manda los efectivos necesarios. Si se necesitan 70 profesores siempre habrá 69. Eso significa que las clases que iba a dar el profesor número 70 deberán repartirse entre los demás. Por lo general entre profesores de asignaturas afines, pero si esto no es posible, entre cualquier otro. Esto implica que tú, que quizá eres profesor de Educación Física, puedes salir de ese claustro con 4 horas semanales de Francés. O de Economía. O de Iniciación a los Ciclos de Frío / Calor. Todo según las necesidades del centro.

Tercer asunto: los profesores se pelearán por no tener que hacerse cargo de los cursos conflictivos, de los apoyos de lengua y/o matemáticas ( por lo general ligados a alumnos o cursos problemáticos ), de las últimas horas ( cuando los alumnos ya están como para dar clase y tú igual ) y de las guardias. Las guardias, ah, las guardias, eso da para otro post.

Por último, en los claustros nos dedicamos a dirimir y votar sobre temas muy importantes, a saber:

1-¿Debemos quitar las máquinas de refrescos y golosinas de los pasillos? Los niños se están poniendo muy gordos…

2-¿Qué debemos hacer con Fulanita X, la que el año pasado venía al instituto vestida indecentemente y cuya madre amenazó con agredir al director por decírselo?

3-¿Qué se considera acoso a la hora de rellenar un parte por falta grave? ¿Queda eso al arbitrio del profesor? ¿Si te insultan es falta grave? ¿Si te amenazan? ¿Puedo denunciar a la policía las amenazas?

4-¿Qué hay que hacer cuando un alumno se niega a entregar el móvil al profesor ( los móviles y mp3 están estrictamente prohibidos )?

Y 5-La que más me ha impactado: “Hemos cambiado el aula de expulsados a otra zona del centro. En cuanto los alumnos lo sepan, comenzarán a apedrear sus ventanas desde la calle. Para ello hemos tomado medidas: chapas en las ventanas y persianas. Que lo sepáis todos.” (Mi director, el otro día ).











REFLEXIÓN

En este artículo se habla sobre lo que se hace en los claustros de profesores. Hace una crítica de las reuniones de profesores un tanto mala. En él dice que lo que se hace en esas reuniones no es más que echarse los trastos a la cabeza entre unos profesores y otros, que los profesores imparten cualquier asignatura aunque no sea esa la que tiene encomendada y que los docentes se pelean por no tener nada que ver con los grupos o alumnos más conflictivos.

Pienso que en los claustros se deberían tratar temas mucho más importantes como si algún alumno tiene problemas de algún tipo y, si los hay, intentar resolverlos. No debería ser tal y como lo explica la autora de este artículo porque me parece deprimente. Aquí lo importante son los alumnos y el desarrollo de su conocimiento y sus capacidades no si te llevas bien con x profesor o no.

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